Cuando uno piensa en las vieiras te pueden venir varias cosas a la cabeza: un manjar, Camino de Santiago, un cenicero…
Pues bien, los protagonistas de esos conceptos subliminales son dos especies de bivalvos pertenecientes al género Pecten (que en latín hace referencia a “peine”, y no hay mas que pensar en la forma de una peineta). Concretamente a Pecten maximus y Pecten jacobaeus.
Curiosamente, la concha de Santiago (Pecten jacobaeus) es un endemismo del Mediterráneo, es decir, no la encontraremos en el Cantábrico. Esto se debe a que el material que estudió Linneo y al cual dio el nombre de Pecten jacobaeus, procedía del Mediterráneo; Linneo cometió innumerables «errores» de este tipo. Sin embargo, la especie más difundida y abundante, es Pecten maximus, la cual sí encontramos en el Atlántico nororiental, desde Noruega hasta Canarias.
¿Cómo diferenciarlas? Fácil…
En primer lugar Pecten maximus hace honor a su nombre y los adultos son comparativamente mayores que P. jacobaeus. Pero claro, esto es subjetivo. Lo concluyente es fijarse en el borde de la valva izquierda o superior, la convexa. Veremos que dicha valva presenta una serie de costillas muy marcadas.
Pues bien, en Pecten maximus dichas costillas tienen una forma redondeada, por lo que el borde aparece sinuoso. Pecten jacobaeus tiene las costillas de forma rectangular, angulosa, así el borde lo observamos como recortado.
Así de sencillo…